A la idea de una realización clausurada, en donde el viaje espiritual concluye o colapsa, oponemos la idea de una realización abierta, en donde no dejamos de viajar.
El Viaje Tres es un programa con determinado currículo por medio del cual estudiamos todos los elementos del viaje hacia la iluminación. En un sentido más profundo o esotérico se trata de una transmisión o ignición espiritual.
La instrucción, en el caso de la atención total, es la siguiente: captar, de instante a instante, la totalidad de tu experiencia presente en todos sus niveles de profundidad.
Para entender el despertar hay que estudiar el despertar; para ver el despertar hay que poner atención al despertar; para ser el despertar hay que despertar.
He hablado ya de la responsabilidad en otro post . A lo dicho ahí quisiera agregar que los compromisos son las expresiones tangibles de la responsabilidad.
En el momento en que el ser se contempló a sí mismo, se partió en dos, y se creó una distancia entre el ser y el ser. Para cubrir esa distancia, esa separación, ese hiato, el ser tuvo que crear un puente, tuvo que crear una conexión para reencontrarse.
El zen ha producido tantas sabidurías. Como esa que nos dice que antes del despertar, la montaña estaba ahí; con el despertar, ya no podemos encontrar la montaña; y tras el despertar, la montaña vueve, monumental y sublime.
Así como hay una transmisión a través de la acción; una transmisión a través de la palabra; una trasmisión a través del símbolo; también hay una transmisión a través del silencio.