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El simulador


Una cosa que procuro explicar a mis alumnos es que el Viaje HALO es un viaje espiritual simulado, no es el viaje mismo. Hay que distinguir.

  

Algo así como esas personas que están aprendiendo a pilotar, y se meten a un simulador de vuelo. No es el vuelo real, pero nos prepara igual para cuando estemos efectivamente volando. 

       

Otra forma de verlo es como un laboratorio: una cosa es hacer el experimento en condiciones de laboratorio. Otra es ya exportarlo al mundo real.

 

Hay cosas que veremos en el viaje simulado que solo las vivirás más tarde en el viaje real, porque simplemente tu viaje real no ha llegado ahí todavía. 

 

Es como estar viendo un mapa, y viendo los puntos por los cuales pasarás más adelante. Se puede decir que HALO es el mapa y tu viaje real eel territorio. Y, como sabemos, el mapa no es el territorio. 

 

Es ridículo pensar que tus ciclos internos van a coincidir enteramente con el guion que HALO te está presentando.

 

Incluso podemos caer en la tentación de procurar uniformar los ciclos internos, o meterlos en una suerte de machote.  Por supuesto, la idea no es esa. 

 

El machote existe, el blueprint arquetípico existe, pero el viaje sigue siendo concreto y personal. 

 

Que el viaje sea arquetípico y casi precifrado no quiere decir que está escrito en piedra

 

En el terreno hay mucho margen de maniobra, y el viaje que puede tomar innumerables formas y caminos singulares. 

 

Dicho de otra manera, no hay una sola manera de hacer el viaje, por muy arquetípico y universal que sea. 

 

Hay sorpresas, cosas inesperedasmagias súbitas.

 

El guión pues no traiciona nuestra libertad, ni merma nuestra creatividad espiritual. 

 

De veras me interesa que el estudiante viva el viaje espiritual por su cuenta y en sus términos. 

 

Que lo estudie, sí, pero que lo viva sobre todo. 

 

La idea de que HALO sea un proceso finito, y yo un maestro provisional, es que el estudiante se vea obligado a entrar en el viaje espiritual más allá de una burbuja simulada.

 

Entonces sabrá apreciar las diferencias.  

 

Por ejemplo, si bien el viaje HALO es ordenado, el real suele ser mucho más caprichoso y menos lineal.

 

Las fases y segmentos siempre están ahípero de un modo más imprevisible.   

 

A veces vienen en desorden. 

 

Hay regresiones constantes y repeticiones.

 

También saltos a fases ulteriores, que se comen a veces fases intermedias.  

 

Y líneas paralelas, y simultaneidades y superposiciones. 

 

Otra cosa es que el viaje real empezó mucho antes del viaje simulado, y terminará mucho tiempo después. 

 

Es más largo, pues.

 

De hecho, es infinito. 

 

Dicho todo lo anterior, hay que decir que si bien hay diferencias entre el viaje simulado y el viaje real, también hay conexiones. 

 

Para empezar, el viaje simulado es una destilación, una representación sincera y condensada del viaje real.

 

Por lo tanto, es una plantilla funcional que podemos usar para navegar el viaje real

 

La idea de hecho es que el viaje que presentamos en HALO informe e influya directamente en el viaje espiritual íntimo del estudiante, y que su plataforma sirva de punto de apoyo cuando las cosas se pongan demasiado fluidas e inconexas. 

 

Al final, el programa es una simulación del viaje espiritual, pero también es un viaje espiritual en sí mismo.

 

Es cierto que hay que distinguir entre lo simulado y lo real, pero por otro lado el viaje simulado es sin duda un viaje que estamos tomando en la realidad. 

 

Se podría decir que el viaje simulado es una expresión del viaje real. 

 

En ese sentido, explorar el viaje simulado es realmente viajar.

 

Este viaje simulado es una manifestación, y a lo mejor será la más poderosa que tengamos en vida, de nuestro viaje espiritual real. 

 

Lo cual parece confirmarse con las increíbles sincronicidades que ocurren entre los contenidos y los eventos de la vida real –y que suelen ocurrir a todos los que están en HALO. 

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