Cada semana se deja al estudiante una tarea.
La misma puede ser una acción, un intercambio, una investigación, una meditación, o varias de estas cosas a un tiempo.
La tarea busca que el estudiante continúe su proceso espiritual más allá de la reunión de HALO.
De este modo, agregamos al diálogo, la teoría, y la contemplación, agregamos a todo ello una dimensión práctica, concreta, activa.
Las tareas, que varían de semana en semana, no son negociables ni optativas. Hay que hacerlas. Punto.
Meditar en casa es una tarea permanente, por demás. Los estudiantes que no meditan en casa simplemente no progresan.
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