Como ya vimos, HALO ofrece un servicio basado en una dinámica
íntima y transformadora. Lo que se busca es crear una cercanía con el cliente
para así darle mensajes y rutas espirituales hechos a su medida.
Por supuesto, este tipo de mentoría –«customizada», se diría en la jerga tecnoempresarial– no es una improvisación reciente sino una práctica milenaria de intercambio que pretende facilitar un encuentro genuino con lo sagrado.
Aclaremos que no está ahí para crear ninguna clase de dependencia
espiritual. Hablaremos en este caso de una relación madura, madura en cuanto a
que ayuda al participante a establecerse firmemente en sus propios pies, en su
propia soberanía. HALO encuentra al cliente en donde este se encuentra, le
sugiere a donde ir y le asigna medios adecuados para llegar ahí, acompañándolo
en el proceso, pero siempre salvaguardando su autonomía.
Por demás, HALO ofrece un acompañamiento serio, que no alimenta las
fantasías o el ego espiritual del sadhaka; por el contrario, se constituye como
una ayuda real para trascenderlo. Combinando el diálogo clarificador y la
meditación profunda, lleva a las personas a su propia totalidad, a su propio
espacio ilimitado, un espacio de claridad. Lo que HALO busca es despertar en el
cliente nuevos territorios de insight, funcionalidad y empatía, dándole las
herramientas concretas que necesita para generar nuevos vértices, nuevas
expansiones, nuevos descubrimientos numinosos y sucesivos campos de inspiración
espiritual.
Son herramientas que HALO (Maurice Echeverría) conoce perfectamente,
porque las ha utilizado a fondo y durante años. De ellas se puede decir que
mientras mejoran nuestra experiencia de vida, su objetivo último y real es
trascenderla. Eso es lo que hace diferente a HALO de otros enfoques que buscan
modelar y mejorar nuestra existencia –coachs o mentores de bienestar y de vida que están
allá afuera, y que, siendo muy respetables, cumplen una misión muy distinta a
la de HALO. Lo que HALO propone es un encuentro irrevocable con nuestra
libertad última, un despertar a nuestra identidad incondicional.
HALO se suma así a las multiplicadas iniciativas de satsang (significado: asociación con la verdad) que existen hoy en
día, creando un verdadero movimiento de iluminación en el planeta.
Esperamos que este mensaje se traslade de boca en boca, y de corazón en corazón, creando una comunidad global de seres conscientes, conscientes en el sentido final del término.
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