La eternidad

El universo solo es un grumo, una secreción. 

 

¿Qué eso de lo cual nacen todos los universos? 

 

Eso de lo cual nacen todos los universos es la eternidad, la consciencia infinita. 

 

La consciencia infinita es como un océano impersonal de paz, silencio y quietud que coemerge con tu experiencia finita. 

 

¿Puedes sentir este espacio consciente? 

 

Este espacio es pura capacidad, pura energía, pura intimidad, puro conocimiento, pura apertura. 

 

Desde tu experiencia personal puedes abrirte a esta experiencia infinita, siendo el hecho que esta experiencia infinita está toda vez presente en tu experiencia personal. 

 

De hecho es su fundamento. 

 

Siempre que te relacionas con lo infinito nace un asombro sagrado, una sensación de genuina profundidad. 

 

Ahora bien, sentir lo infinito es una cosa, pero saberse infinito otra muy distinta. 

 

Quiero decirte que tu identidad infinita no es una fantasía. 

 

No hace falta imaginar que eres infinito. 

 

Mejor explora los linderos de tu propia consciencia, en cualquier dirección, más allá de tu burbuja personal y del universo mismo. 

 

Mueve tu consciencia dentro de sí misma y busca su margen. 

 

¿Tiene margen, tiene fin tu consciencia? 

 

¡Investiga! 

 

Puedes ir en cualquier dirección: puedes ir a la izquierda, atrás, a la derecha, adelante, arriba o abajo, nunca llegarás a un tope. 

 

Tu consciencia individual, esa sí que tiene límites.

 

En el que momento en que deja de tenerlos, ya no es una consciencia individual.

 

Técnicamente, la consciencia individual no existe.

 

Esa llamada consciencia individual solo es un espacio infinitesimal de la consciencia eterna, al cual le has puesto una cerca blanca completamente ilusoria y has declarado en el acto como propia. 

 

Tú eres mucho más que un individuo. 

 

Eres el espacio radiante e ilimitado de la consciencia.

 

Eres cada punto de ese espacio radiante y eres el espacio radiante como tal. 

 

Eres extensión que no cesa. 

 

Eres pura apertura sin fin. 

 

Eres continuo abrirse. 

 

¿Hay algo que la mente infinita, que la mente divina, no pueda saber? 

 

¡Abréte a la energía de la pregunta! 

       

En  tanto que consciencia eterna, puedes tomar consciencia de la mente universal, del universo. 

 

Y darte cuenta que el universo es solo una modulación o densificación de tu infinitud.

 

Algo que ocurre dentro de ti, a partir de ti y por ti. 

 

Por tu parte, estás presente en cada punto y campo del universo y en el universo mismo, pero a la vez rebasas y excedes el universo.

 

No te circunscribes a los límites del universo y el universo no te agota. 

 

Como espacio infinito y eterno, estas situado aún en el tiempo y en el espacio, pero no en el tiempo y el espacio limitados, sino en el tiempo y espacio ilimitados.

 

No puedes ser limitado. 

 

Eres como el espacio que no puede ser contenido por el cuarto. 

 

El cuarto ocurre más bien en el espacio y gracias al espacio. 

 

Sin el espacio, no habría cuarto. 

 

El cuarto ocurre en el espacio y es una expresión del espacio. 

 

Por supuesto, hablo de algo más que el mero espacio situacional, elemental.

 

Estoy hablando del espacio eterno y consciente. 

 

En el plano de la dualidad, no hay consciencia más alta.