que a veces abro, porque tiene que haber otra forma.
Es todo más claro, cuando leo una de las 365
lecciones
que la Voz dictó a la Doctora Schucman, décadas
atrás.
Ella recogió toda esa luz en muchas libretas,
que luego se convirtieron en un libro lento,
complejo y luminoso, vendido por millones,
y que se resume, con frecuencia, así:
nada real puede ser amenazado; nada
irreal existe; aquí yace la paz de Dios.
irreal existe; aquí yace la paz de Dios.
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