No conozco tu idioma, ni tu religión, pero me dicen que eso no
importa.
Que por tu presencia aurífera vienen ángeles universales que dan
consuelo.
Y que, en tu sentido abrazo, se borran el cuerpo, el cáncer, la célula
retorcida.
Alguna vez fui limpio, fui sano, Madre: alguna vez no fui fétido, ni
fui cárcel.
Eso era entonces, cuando podía hacer las cosas que un hombre puede
hacer.
¿Me puedes ayudar, mujer numinosa, santísima mujer, de la India venida?
¿Me puedes ayudar, mujer numinosa, santísima mujer, de la India venida?
Comments
Post a Comment