–don
Bill W.–
y nadie como él conoce
las raíces de vómito que mantienen a un borracho
pegado al piso en los días impares –y en los otros
también–.
Viene de alcohólico en alcohólico
–don
Bill W.–
apadrinando groseramente,
confiriendo su
experiencia,
fortaleza
y
esperanza
(spiritus contra spiritum)
y hablando de los Doce Lentos Pasos.
Viene de alcohólico en alcohólico,
–don
Bill W.–
repartiendo un mensaje divino
para esos enfermos coronados de angustia blanca
en la noche aterrante y caótica.
Viene de alcohólico en alcohólico,
–don Bill W.–
y solo por hoy
no tendremos el rostro laminado de larvas.
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