En virtud de su no ordinaria sensibilidad profunda, el realizado emprende un proyecto magno de salvación.
La iluminación no queda contenida en su persona, sino se trasvasa a su alrededor.
De esta manera genera un entorno inspirado, una comunidad inspirada.
En algunos casos este mandala va creciendo hasta ser del tamaño del planeta entero, con lo cual el realizado se convierte en una suerte de monarca mundial, tal es su grado de influencia.
A veces su influencia rebasa el mundo todo e incluye todo un sistema de mundos.
Y a veces, en algunos casos muy particulares, su influencia es tal que toca el universo entero. Presumiblemente alguien como Jesucristo puede afectar el destino del cosmos entero, irradiando su luz a todas las periferias posibles.
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