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Las tres identidades



Mi definición de la dignidad es simple: amor propio, amor a uno mismo. 

 

Podemos entender la dignidad como un mandala universal compuesto por cinco subdignidades: 

 

Identidad.

 

Integridad.

 

Autoestima.

 

Afirmación.

 

Sensibilidad.

 

Hoy vamos a ver el aspecto central del mandala de la dignidad, el de la identidad. 

 

Es realmente el aspecto más importante del mandala de la dignidad, en tanto que informa todos los demás aspectos y les da dirección y coherencia. 

 

El principio de la identidad tiene que ver con lo que somos y con la expresión auténtica de esta forma de ser. 

 

Quiero especificar que para fines de este texto utilizaré el término identidad de un modo muy determinado: hablaré de la identidad relativa, por un lado, e individual, por el otro. 

 

Quizá conviene explicar ambos términos. 

 

Empecemos con eso de la identidad relativa. 

 

Se puede decir que todos participamos de una identidad trascendente y una identidad relativa. 

 

La identidad trascendente es aquella de hecho que está más allá de cualquier identidad.

 

Y carece de cualidades limitadas. 

               

Como ya dije en este texto estaré hablando sobre todo de la identidad relativa.

       

La identidad relativa, que tiene características reconocibles. 


Algunas de esas características son abstractas y otras muy concretas, dependiendo del nivel y grado de individuación. 

 

Para explicar la identidad individual hay que decir algo al respecto del proceso de individuación. 

       

El proceso de individuación es realmente algo muy importante.

 

Podríamos definirlo como ese proceso por medio del cual pasamos de ser un ente general o abstracto a un ente distintivo y diferenciado. 

 

Todos empezamos en el nivel del inconsciente indiferenciado. 

 

Luego participamos en alguna clase de psicología cultural o compartida; es decir importamos referencias externas y sociales a nuestro ser.  

 

Por fin descubrimos nuestra particular auténtica identidad. 

 

Así pues, durante el proceso de individuación vamos migrando a través de tres identidades distintas, que son: la identidad universal; la identidad colectiva; y la identidad individual. 

 

Vamos a verla una por una. 

 

Cuando hablamos de la identidad universal, hablamos de una identidad con características ya reconocibles, pero siendo reconocibles muy abstractas. 

 

La identidad universal está compuesta por cinco características o principios o dimensiones o planos básicos, los siguientes: 

 

La materia. 

 

La energía. 

 

La emoción. 

       

La mente. 

       

El espíritu. 

 

Todos los seres gozan de esas cinco dimensiones.

 

Esto incluye los seres más primitivos. 

 

Hasta una piedra posee un grado afectividad, por ejemplo.  

 

Por supuesto es una afectividad muy fundamental, una protoafectividad totalmente material. 

 

Entre más complejo es un ente, más desarrolladas, y explícitas, son estas dimensiones en su ser. 

 

La identidad colectiva es una fase intermedia de identidad entre la identidad universal y la identidad individual. 

 

En la identidad colectiva, las cualidades son más texturadas y específicas, más individuales, aunque no plenamente individualizadas. 

       

Una cualidad podría ser por ejemplo la cualidad de la suavidad. 

 

O la cualidad de la laboriosidad.  

 

Por ejemplo las hormigas se puede decir que son laboriosas.

 

Se dice a veces que somos el espíritu teniendo una experiencia humana. 

 

No es para nada cierto que surgimos humanos y que a partir de ahí nos hacemos espíritu. 

 

El espíritu es antes bien nuestro rostro original. 

 

Pero eso no quiere decir que nuestro rostro humano sea falso o superficial o poco o poco profundo. 

 

Por el contrario, el espíritu ha adoptado un rostro humano, que es un rostro admirable, un rostro que el espíritu admira. 

 

Desde luego, no solo el rostro humano es admirable: lo es también el felino, o el rostro alien. 

 

Pero aquí estoy hablando de la preciosidad de nuestro rostro humano. 

       

Se deriva que nuestra humanidad, tanto general como peculiar, es sagrada. 

 

El insight tántrico nos dice que en vez de buscar en un ámbito separado, apartado de nuestra humanidad, buscamos a Dios en el centro de nosotros mismos. 

 

Dios reside en el centro de nuestro corazón humano.

 

El tercer nivel de la identidad es el de la identidad individual, que es ya la identidad en su nivel más focalizado.  

 

En el individuo, las cualidades o propensiones, ya bastante diferenciadas ellas mismas, resaltan y se combinan para crear un ser único y singular.  

 

Así por ejemplo, todos los gatos participan de las cinco dimensiones originales, pero además los gatos tienen ciertas cualidades colectivas, y adicionalmente cada gato tiene una forma de ser particular. 

 

Es importante no confundir estos tres tipos de identidad. 

 

Así pues ya explicamos lo que es la identidad relativa individual. 

 

Esta identidad es importante porque es la fuente de nuestra autenticidad y rostro más singular. 

 

Termino diciendo que es imposible sentirnos plenos si no nos alineamos con lo que verídicamente somos. 

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