(Columna publicada el 17 de mayo de 2007 en Buscando a Syd.) Este año muere UG Krishnamurti: 1) defenestrador consuetudinario de la esperanza espiritual; 2) uno de los personajes más singulares que ha dado la India; 3) crítico bilioso del otro, más famoso, Krishnamurti, a quien tildaba de neurótico; 4) llamado antigurú por la vox populi; 5) desagradable. Unos viven hartando Macdonald´s; y otros hartando guaro; y otros hartando lo que terceros dicen, buscando el lollipop de la seguridad eterna en un cursillo, en un libro, en una fornicación dominical, en una idea, y sobre todo, en un “maestro”. Los maestros. UG hablaba de las “putas sagradas”, refiriéndose a ellos. Digamos que era un Johnny Rotten del sector “iluminación”, quería acabar ya de una vez con todas con la búsqueda de la felicidad y del sentido, raíz y cáncer de todo el infortunio humano. Por supuesto, puesto así, en un párrafo, parece simple. Y no muy novedoso. Y es que a lo mejor ninguna de sus ideas e