Hay dos senderos espirituales: el camino del amor y el camino de la libertad, o en los términos de HALO, de la Relación y la Realidad. Ambos buscan extraerse del ego confinado, pero lo hacen por medios muy distintos. Por supuesto, siempre existirán quienes digan que un sendero es superior a otro, pero eso simplemente no es cierto. ¿Para qué oponerlos, por demás, cuando podemos integrarlos, en lo que denomino el Sendero de la Realeza? Si no intermezclamos los dos senderos corremos el riesgo de caer en una especie de separación, división o bipolaridad espiritual, en donde trascendencia y comunión no solo no comunican, ni muy siquiera se advierten. El Sendero de la Relación Pero veamos cada sendero en más detalle. El Sendero de la Relación funciona en base a una suerte de expansión del ego. No estamos hablando de tomar nuestro ego maltrecho e hincharlo artificialmente hasta proporciones cósmicas, sino de efectivamente de...