HALO

Oye Kali, baby, saca el hondo colmillo que hay en mí, dame tu darshan, diosa anticonvencional, déjame morar en tu vientre rojísimo. Oye Kali, baby, oscuridad total, colectivizada de brazos, madera misma de la muerte, juega conmigo como juegas con el universo, consume mis tiempos y mis ciclos, déjame hacer el amor con cada uno de tus cráneos, en el amplio campo crematorio, llévame a la infrasangre. Oye Kali, baby, aquí traigo mi cabeza, cercéname el miembro siquiátrico, mételo en tu boca auténtica, bébeme y escúpeme, aplástame con tu seno despiadado, en este día particular despiézame, cundida. Oye Kali, baby, amiga tántrica, nefasta, sobre un tigre de lluvia de ratas me insultas, pero este yogui te venera, nadie puede amarte más que yo, Kalika negrísima, salvaje en tu fuego, sin patrón, madre y transmadre, Kali Mahakali.  

Así como quise alguna vez convertirme en un poeta, también alguna vez quise convertirme en algo así como un artista de la meditación.

HALO está a cargo de Maurice Echeverría. De momento es su único mentor espiritual. Puede que más adelante surjan de la misma comunidad HALO otros conductos, que envisiono responsables, creativos, sensibles, conscientes y entregados. ¿Es Maurice responsable, creativo, sensible, consciente y entregado? Lo elegante es decir que Maurice Echeverría no es ningún realizado, ningún iluminado. Es, si se quiere, un Gato. Pero en la propia defensa diré que hay Gatos muy sensibles. Este gato bien puede que detecte algo y salte en el lugar exacto. Visto de afuera, está claro que no soy el tipo más ejemplar y funcional del mundo. Está claro que en mi alma reina la Discordia. Que soy el Enfermito. Pero de otra parte diré que este latido es auténtico como ninguno, que venimos explorando la espiritualidad desde hace algunos años ya, que hemos sido buscadores hardcore, y que encontramos cosas muy auténticas y no metafóricas en el camino. También diré que he ayudado a unas personas, no solo a sincro